Ayer cuando llegué a la estación Delicias me iba a ir a casa directamente, ya que no me esperaba que hubiera nada especial por las calles de Zaragoza (no, no me había llegado información de que lo hubiera), pero, para variar, el Ci1 cuando llegó estaba a reventar, así que me esperé a un 51 para ir al centro, a ver qué ambiente había.
Mucha gente paseando por independencia sí,parejitas de jóvenes, de yayos, de perros (mascotas,no malinterpretéis), pero así algún evento que llame la atención, en el centro centro de la ciudad… Nada.
¿Sorprendida?Ja!
Bajé todo Independencia y cuando pensaba que no me iba a encontrar nada que me llamara la atención, escucho una música que hace que me quite mis cascos.
Era un grupo de chavales el que estaba tocando en la esquina de Séphora. Un grupo de viento metales: un bombardino, un trombonista,un par de trompetistas y una trompa.
Tienen mucho mucho público,más del que suele tener cualquier espectáculo urbano normal, y sinceramente,no me extraña lo más mínimo.
Los chavales(porque son todos jovenzanos) tienen mucho talento.
Saben sacarle sonido a los instrumentos(cosa que no todo el mundo sabe hacer,las cosas como son),tienen ritmo y saben interpretar las canciones.Sí, se merecen el público, las fotos, los comentarios de aprobación del público…todo.
Su repertorio es variado, interpretando desde «Los sitios», una jota que me ha dado ganas de bailar (me acordaba del baile completo de mis tiempos de jotera) hasta «Bad Romance» de Lady Gaga.
http://www.youtube.com/watch?v=Z2ilkOOT7ks&feature=youtu.be
Cuando hicieron el descanso, fui a comprarles una botella de agua (es lo mínimo aparte de dejarles dinero, como ex-trombonista, se la sed que se pasa después de un rato tocando…)
Pero,ahora muy en serio, han conseguido crear un ambiente maravilloso esta tarde de domingo. La gente se acerca a felicitarlos y preguntarles por sus actuaciones. Los admiran. Les aplauden a rabiar. Han conseguido atraer una vez más la atención de un gran público después de haber hecho su descanso,y eso no es fácil, y menos que después de escuchar una canción no se vayan,sino que se quedan a seguir escuchando. Eso quiere decir que son buenos, muy buenos.
Yo me quedo hasta el final de su actuación, me apetece quedarme,no me llama nada más la atención.
Es bonito ver que hay gente con talento y valor para compartirlo con el mundo y salir a la calle.
¿Lo triste?Que los que «tienen el dinero» san incapaces de organizar cosas que tengan tanto valor.Aprended,mandamases,aprended.
Y una vez más, felicidades a los músicos, de verdad, sois muy grandes.